Como dice Giovanni Sartori, etimológicamente la pregunta es
de sencilla respuesta: poder del pueblo. Pero si tratamos, mínimamente, de
desentrañar en qué se plasma, la cuestión instantáneamente pasa a ser de una
dificultad muy considerable. Y no se trata de una materia baladí, porque sólo
sabiendo qué es la democracia, en qué consiste, cuáles son sus valores, pilares
y fundamentos, sabremos qué podemos esperar de ella.
Probablemente, “democracia” haya sido una de las palabras que se ha utilizado (se utiliza y se seguirá utilizando) con mayor ambigüedad, sin ceñirse a una significación concreta. No hay más que escuchar los discursos políticos (más aún ahora que se acercan las elecciones generales). Y lo peor no es que se utilice ambigüamente, sino que se hace uso del término de modo partidista y demagógico en muchas ocasiones. Esto sí que es penoso, porque lo que sí está claro es que la democracia es patrimonio de toda la ciudadanía.
Para hacer frente a las diversas tergiversaciones que se
hacen del concepto “democracia”, me parece muy interesante el texto de Giovanni
Sartori que nos ofrece.
El que fuera Premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales en 2005, realiza una serie de distinciones terminológicas muy útiles:
-Democracia etimológica y democracia real.
El que la democracia real diste mucho de representar el espíritu de la
democracia en sentido estricto, no quiere decir que no haya democracia. En todo
caso, no hay que conformarse con la situación actual, sino aspirar al ideal. La
utopía no es una quimera sino el espejo en que hemos de mirarnos para mejorar
las condiciones políticas del sistema democrático.
- Macrodemocracias y microdemocracias. Está
claro que la democracia funcionará mucho más correctamente en entes comunitarios
pequeños que en lo que representa todo un país. En todo caso, ello no nos debe
hacer desistir en solicitar que se busquen los mecanismos pertinentes para
lograr que la democracia sea mucho más particitiva de lo que es ahora. El acto
democrático por antonomasia es el voto en las diferentes elecciones, pero el
sistema democrático ha de ir mucho más allá, si realmente se quiere que haya una
ciudadanía participativa, interesada en la política (junto a medidas educativas;
por los temarios que he leído, parece que en ese sentido está diseñada la
asignatura “Educación para la ciudadanía”, aunque una asignatura por sí sola no
va a lograr que los jóvenes se interesen por la cosa pública). Creo que ha de
tender hacia el control por parte de los ciudadanos de las acciones de los
dirigentes políticos y posibilitando que los ciudadanos tengan mayor capacidad
para hacer propuestas, empezando por el ámbito local (que es en el que se puede
aplicar esto con más facilidad).
Como afirma Sartori, sólo hay un marco
democrático. Otra cosa muy distinta es que existan, dentro de ese
marco, distintos modos de entender la democracia: radical, liberal, pluralista,
etc.
-La democracia social consiste en la igualdad de condiciones, existe un espíritu igualitario que se refleja en la inexistencia de estamentos sociales (al contrario de lo que sucedía en el Antiguo Régimen).
-La democracia económica es entendida por Sartori como la introducción de la democracia en el mundo laboral, en la organización y gestión del trabajo.
-Es muy importante la puntualización de Sartori: sin el marco
político democrático (que es en esencia la democracia) no puede haber ni
democracia social ni democracia económica.
Sartori despliega en su escrito una erudición espléndida, no
sin fin alguno (no se trata una erudición vacía), sino con un afán pedagógico y
aclaratorio. Los conceptos a desentrañar no son sencillos ni mucho menos, pero
consigue hacernos entender algunos de los entresijos teóricos de la política,
que luego tienen una visible plasmación práctica.
Lo que aquí he expuesto del texto de Giovanni Sartori es
simplemente una esquematización. les recomiendo que lo lean, me parece muy
pedagógico. En cierto modo está relacionado con “El apoyo mutuo” de Kropotkin en
los aspectos de las comunidades campesinas y del asociacionismo.
Al
revisar el libro de Sartori , los lectores podrán responde las siguientes
preguntas; ¿Qué quiere decir, exactamente, “democracia”? ¿Cuáles son las
condiciones necesarias para hacerla “posible”? ¿De cuántas formas puede
funcionar un proceso que lleva a millones de electores a dotarse de unas
cuantas decenas de representantes? ¿Quiénes que han formulado las leyes de la
democracia? ¿En qué consisten la libertad política y la igualdad? ¿Existen
distintas “graduaciones” de democracia? ¿Qué diferencias hay entre la
democracia de los modernos y la de los antiguos? ¿Cómo se han desarrollado los
modelos políticos del liberalismo y del socialismo? ¿Qué es el mercado? ¿Qué es
el capitalismo? ¿Por qué debemos preferir la democracia? ¿Qué es lo que
distingue a la “derecha” de la “izquierda”? ¿La democracia se puede exportar?
¿Entre Occidente y el Islam se está produciendo un conflicto de civilizaciones?
¿Cuál es la relación entre democracia y desarrollo económico? ¿La democracia está
en peligro? ¿Y cuál es su futuro?
A
esas preguntas, que se refieren, directa o indirectamente, a las cuestiones más
vitales del debate político contemporáneo,
Me encantaría saber qué opinan sobre el tema. Ya ven, uniendo
literatura y política.